lunes, 4 de mayo de 2009

Recepción crítica

Recepción crítica de la novela
La familia de Pascual Duarte.

Interpretación social


Las interpretaciones que podríamos llamar "patológica", "moral", "existencialista" y aun "tremendista", de la novela tienen, cada una, pretextos razonables. Sin embargo, aunque Pascual Duarte obra a menudo como un demente, aunque su confesión contiene elementos de vieja moral y de moralidad general, aunque parece dar una visión de la angustia consustancial a la condición humana y aunque amontona violencias y fealdades a un furioso ritmo que evoca los romances de la calle y las crónicas de sucesos espeluznantes, creo que, no tanto en la conciencia de Pascual Duarte cuanto en la de su hacedor, está presente, por vía de alusión y reticencia, la validez del destino de Pascual como el destino de una gran parte del pueblo español, falto de educación y de medios, al borde mismo de la guerra civil y dentro de esta colisión nefasta. La familia de Pascual Duarte no es sólo la familia carnal, sino la familia social, la sociedad española en cuyo seno -bien poco materno- se formó, se deformó, aquella oveja sacrificial, aquel cordero pascual. Porque Pascual Duarte, que tantas víctimas hace, resulta ser, no ya una víctima más de la Ley, sino la víctima de su familia carnal y de su familia social. Y confirma esto el hecho en que la crítica menos ha insistido: el hecho de que la confesión del condenado a muerte sea una confesión pública dirigida al representante de la clase social agredida en la persona del Conde de Torremejía.
Para mayor información revisar la página web:
http://www.xtec.es/~rsalvo/cela/dossier/1.htm

Interpretación psicológica
En Pascual Duarte se puede observar el complejo de Edipo en su forma completa, es decir, doble hostilidad, no sólo contra el padre, sino también contra la madre. Efectivamente en Pascual existe el complejo en su forma doble y que pasa por cinco dimensiones distintas: personal, política, religiosa, neurótica y artística.
Para Mayor referencia revisar la página web:
http://cvc.cervantes.es/obref/aih/pdf/08/aih_08_2_001.pdf


Interpretación religiosa-moral
Novela, según algunos críticos, extraña para el momento histórico, para otros novela existencial, novela del alma humana, novela social o precedente del realismo social de los 50, etc. Frente a estas interpretaciones críticas, nosotros proponemos las siguientes tesis, que trataremos de probar a lo largo del trabajo:
1.- La familia de Pascual Duarte no es una novela extemporánea, marginal o crítica respecto de la situación histórica en la que (de la que) surge, sino todo lo contrario, es decir, una novela producida desde y por la ideología que sustentará el régimen franquista.
2.- La familia de Pascual Duarte no es una novela de indagación del «alma humana» (de las pasiones humanas, de las zonas oscuras de la personalidad humana, de la psicología etc.) sino la puesta en práctica de unas determinadas categorías ideológicas y como tal, propias de una(s) clase(s) social(es) determinada(s), nunca del género humano-, en concreto, las de la pequeñoburguesía semifeudal, con las que Cela construye un discurso religioso-moral sobre el comportamiento humano.
3.- La familia de Pascual Duarte no es en ninguna forma una novela social o un precedente de la novela social de los cincuenta, sino una novela familiar.
Concluimos: La familia de Pascual Duarte no es en ningún sentido una novela realista, una novela psicológica y muchísimo menos una novela de crítica social del franquismo, sino un relato configurado plenamente desde las categorías ideológicas que hicieron posible el nacional catolicismo.













Hacia un nuevo Realismo.

La consecuencia más general de la guerra, en lo que concierne a la novela, ha sido la adopción de este nuevo realismo: nuevo porque sobrepasa la observación costumbrista y el análisis descriptivo del realismo decimonónico mediante una voluntad de testimonio objetivo artísticamente concentrado y social e históricamente centrado. En este nuevo realismo pueden señalarse dos direcciones: hacia la existencia del hombre español contemporáneo en aquellas situaciones que ponen a prueba la condición humana (realismo "existencial") y hacia el vivir de la colectividad española en estados y conflictos que revelan la presencia de una crisis y la urgencia de su solución (realismo "social").
La primera dirección predomina en los narradores de la generación de la guerra (Cela, Laforet, Delibes) y en algunos exiliados (Max Aub, Francisco Ayala) a partir de 1940; la segunda, en los de la generación siguiente (Aldecoa, Ferlosio, Ferrández Santos, Goytisolo, Matute, Martín Santos, Marsé) a partir de 1950. EI nuevo realismo generado tras la guerra ha tendido, pues, hacia dos objetos principales: la existencia del hombre español actual, transida de incertidumbre, y el estado de la sociedad española actual, partida en agrupaciones solitarias. Perplejo o desarticulado, el pueblo aparece en las novelas de este tiempo como pueblo perdido. Y en busca del pueblo perdido van sus autores más conscientes, más responsables, más fecundos.
Dentro de la novela realista "existencial" pueblo perdido significa nación perturbada en su desenvolvimiento (perdición en la historia) y compañera difícil para la persona (perdida de solidaridad). Dentro de la novela realista "social" pueblo perdido quiere decir tierra mal conocida (pérdida en la distancia, no sólo física) y sociedad desgarrada (perdición de grupos y clases en apartamiento)





Modelos literarios en la novela La familia de Pascual Duarte

La novela picaresca: el monólogo confesional, la disposición sucesiva de los hechos y la crítica inmanente a lo largo de una vida. (influencias El buscón y El Lazarillo )

El romance: La incorporación de anécdotas crudas (las riñas, el hijo desnaturalizado, la moza preñada, los malos agüeros, etc.) y costumbrismo español.

La tragedia poética: La elevación de ciertos momentos al nivel del mito con una imaginería elemental que refuerza el fatalismo en que Pascual Duarte cree. (influencias García Lorca Yerma y La casa de Bernarda Alba )

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